No hay beso que no nazca en tu boca
ni tortilla de frutas que no exista en tu dermis.
No hay orgasmo, ni grito, ni jadeo
que suene si no es en tu oído.
No hay cerros, ni pitos, ni plazas
que puedan hacerte cuerpo
ni tortilla de frutas que no exista en tu dermis.
No hay orgasmo, ni grito, ni jadeo
que suene si no es en tu oído.
No hay cerros, ni pitos, ni plazas
que puedan hacerte cuerpo
No hay comentarios:
Publicar un comentario