
Volvámonos a las tradiciones sarcásticas
Contraindiquemos todas las malas disposiciones.
Atragantémosle la garganta a los nudos ciegos.
Pensemos una y otra vez en las alusiones a lo infinito.
Traigamos consigo los solos de guitarra
y las inmensas histerias colectivo-sensoriales-retribuyentes.
Fumemos algo ameno
Hablemos de lo idiota que es ver como cae el agua en la pileta mientras llueve
Asaltemos a los transéuntes con una sonrisa
Caminemos las calles sin subir a la vereda.
He aquí el alma de los sinsabores
"de los tontos-lindos-felices es el reino de la gracia eterna"
Concupiscentes a las fiebres de las letras quebradas
los nuevos cuentos llorones ilusionan a las chiquillas del liceo
Asimismo leamos sobre el tejado del colectivo
las nuevas letras de los pasados a caca seca
mientras mamá nos prepara una leche con tostadas
y tres dosis de fluoxetina por cabeza.
Démonos el tiempo de querer-poder-hacer
abrir la boca y dejar entrar al viento
danzar sobre los cráneos de los idiotas de siempre
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